Trastorno del Espectro Autista

Bienvenidos a mi nueva entrada semanal.

Esta semana, el tema elegido es el Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Hay muchos niños y niñas con trastorno del espectro autista, mi objetivo con esta publicación es acercaros a conocer su realidad, los criterios de diagnóstico y cómo podemos trabajar con ellos para mejorar sus rutinas. Las cifras del último estudio son impactantes. La tasa de prevalencia estimada es de 10 a 15 por cada 10.000 personas. Cuando se incluyen los casos leves en la tabla, la tasa de prevalencia es de 57 por cada 10.000 personas.

Fue el psiquiatra suizo Eugen Bleure (1911) el primero en utilizar el término autismo, pero con él hacía referencia a un síntoma típico de los esquizofrénicos, que consiste en la tendencia a aislarse del mundo real para vivir en un mundo de representaciones fantásticas. Sin embargo, este síntoma tal y como lo hemos descrito no es aplicable a los sujetos autistas.

Treinta y dos años más tarde, en 1943, Leo Kanner, que residía en EEUU, fue el primero en describir el trastorno al que denominó “autismo infantil temprano“, como un síndrome comportamental que se manifiesta en las primeras etapas de la vida.


Cuando hablamos de trastorno del espectro autista (TEA), debemos tener en cuenta las características más típicas de este tipo de trastorno. Primero, existen deficiencias en la comunicación social y la interacción social en diferentes situaciones.
Por ejemplo, cuando las personas les hablan, no hay suficiente contacto visual, comprensión anormal o uso de gestos e incluso falta de expresiones faciales y comunicación no verbal. Entre los niños pequeños, las deficiencias de la reciprocidad socioemocional son obvias: rara vez o nunca inician interacciones sociales, y no comparten emociones ni reconocen las emociones de los demás.
Otro criterio de diagnóstico relacionado son los patrones de comportamiento, interés o actividad restrictivos y repetitivos. Por ejemplo, los estereotipos enfatizan la monotonía y la rutina, provocando angustia y ansiedad todo aquello que les descoloca su día.
Si ya en una persona “sana” sin ninguna discapacidad, la incertidumbre, el no saber qué es lo que va a pasar después, les produce cierto nerviosismo e  inquietud. ¿Nos imaginamos cómo puede sentirse una persona en la que su día a día tiene que estar totalmente planificado? Esto es lo que les pasa a las personas que sufren TEA, son inflexibles, por lo tanto es importante adelantarles cualquier cambio que vaya a suceder.


¿Cómo ayudar a los niños con TEA? 

Con los planificadores visuales, es decir, los pictogramas, imágenes que poco a poco ellos van a ir adquiriendo y dependiendo del nivel de abstracción del niño podremos usar unos u otros. Del mismo modo, los pictogramas pueden ir desde una imagen del desayuno, para que él sepa que es el momento de desayunar, hasta una imagen de juguetes, para que sepa que es el momento del juego.

De esta forma, colocaremos diferentes pictogramas según el orden del día para que los niños sepan qué pasará a continuación, reduciendo así su incertidumbre y ansiedad. Lógicamente hablando, los planificadores de la vista no reducirán todos los problemas, pero al menos ya estamos tratando de reducir la ansiedad y la frustración de estas personas con TEA.

Para acabar y a modo de reflexión decir que el Trastorno del Espectro Autista va a acompañar siempre a la persona que lo padezca. Por ello y por ellos, por ti, te animo a que no mires la parte negativa de las dificultades; fíjate en todos los aspectos que podemos trabajar para favorecer el día a día de estas personas, así como el día a día de sus familias.

Cada pequeña aportación y cada pequeño detalle es un paso en el camino.

¡Espero que les haya gustado y hasta la próxima entrada!














Comentarios

  1. Hola Yolanda!
    Este tema me parece muy interesante. Hay muchas personas que viven en el espectro autista, y muchas veces no sabemos cómo tratarlos. A ese desconocimiento hay que sumarle los mitos que hay a su alrededor, y la mezcla de estos elementos hace que la sociedad a veces no sepa integrarlos. Como bien dices, algunas de las características de estos niños son la dificultad de comunicación y la necesidad de tener un orden y un horario. Yo quisiera aportar un falso mito que hay hacia ellos, y es que muchas personas creen que estos niños no tienen sentimientos. Los niños autistas sienten y padecen como aquellos que no están en el espectro, pero ellos lo hacen a su manera ya que como bien comentabas antes, les cuesta mucho desarrollar habilidades sociales.
    Muchas gracias por dar visibilidad a este tema.
    Un saludo.

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    1. Muchas gracias por tu aportación a este tema Inma, estoy segura de que juntas como futuras educadoras sociales podremos dar mas visibilidad a temas como este para que su situación cale en mas personas y conozcan verdaderamente su realidad.

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  2. Buenas Yolanda!
    De verdad, me encanta tu entrada ya que has tratado un tema muy necesario. En muchas ocasiones, se comparte una opinión sobre este tipo de personas y es que piensan que hay que dejarlos en su mundo o que no se enteran de las cosas que ocurren! Me parece nefasto que en la actualidad se siga pensando esto. Gracias por el contenido tan necesario, saludos!!

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    1. Muchas gracias Pedro, me alegra mucho saber que mi entrada le de voz a la verdadera realidad que viven los niños con trastorno del espectro autista. Espero que esta información llegue a muchas mas personas para que como bien dices, no sean juzgados desde el absoluto desconocimiento de este síndrome comportamental.

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