Despertar en Auschwitz

Bienvenidos a mi nueva entrada semanal.

Esta semana, me gustaría tratar el tema del Holocausto en Auschwitz. 

El complejo Auschwitz​ estuvo formado por diversos campos de concentración y exterminio de la Alemania nazi en los territorios polacos ocupados durante la Segunda Guerra Mundial. Más de un millón de personas perdieron la vida en Auschwitz; nueve de cada diez eran judíos.

En primer lugar, me gustaría introducir el tema con un vídeo sobre Annette Cabelli, una de las supervivientes del campo de concentración nazi de Auschwitz.

Esta superviviente del Holocausto nació el 25 de abril de 1925. Cuando tenía cinco años su padre murió. Creció junto a su madre y sus dos hermanos en el seno de la comunidad sefardí de Salónica, Grecia. A partir de la ocupación alemana, las condiciones para los judíos eran inhumanas: trabajos forzados, obligación de llevar la estrella amarilla y el confinamiento en guetos con el fin de apartar y confinar a la población judía. Con apenas 17 años, fue deportada a Auschwitz, donde nada más llegar le raparon el pelo, le quitaron la ropa y le tatuaron el número 4065 en el antebrazo. No quiere mirar el número que le hizo perder la identidad »no volví a escuchar mi nombre nunca más», el número que le hizo ser una pieza de un engranaje creado para aniquilar persona.

A sus 95 años aún tiene fuerzas para testimoniar en primera persona contra la barbarie nazi. «Nunca más se puede repetir esta parte de la historia en la que nunca tuvimos la esperanza de ser liberados. Todos sabíamos que íbamos a morir. Eso no lo podemos olvidar nunca»

Annette Cabelli logró sobrevivir pero, ¿Acaso no estas muerto técnicamente cuando te quitan la dignidad, pierdes todos tus derechos y cuando eres un simple número trabajando mientras esperas la muerte?

Todo comenzaba cuando miles de nazis ponían rumbo a un viaje con destino catastrófico. Pasaban días en vagones de tren sin agua ni comida.

Fuente: http://www.detectivesdelahistoria.es/los-trenes-de-la-muerte/

Justo a la llegada al campo había un cartel en el que ponía "el trabajo te hace libre". En realidad, el trabajo era otra forma más de exterminio que los nazis llevaron a cabo. Los alemanes utilizaron a las personas para la realización de trabajos forzados y cuando estos estaban demasiados débiles o enfermos para trabajar eran condenados a morir en las cámaras de gas.

Auschwitz llegó a convertirse en el escenario de trabajos forzados, ejecuciones, torturas y muerte en masa en cámaras de gas.

Desgraciadamente, desde mi punto de vista el antisemitismo no empezó con el nazismo ni acabó con el. Los judíos padecieron odio antes de Hitler y después de él. Actualmente siguen siendo objetivo de persecución e injurias. Por eso, todos los países, en especial Alemania, deberían hacer hincapié en la educación acerca del Holocausto, además del conocimiento de las terribles consecuencias de estos crímenes, ya que es la única manera de que no se repitan.

“Quién olvida su historia esta condenado a repetirla” Jorge Ruiz de Santayana.

Y hasta aquí mi aportación sobre el tema, les animo como siempre a que dejen sus aportaciones en los comentarios. 

¡Espero que les haya gustado!