Rol semanal
Esta semana me ha tocado el rol de Crítico de nuevo, el cual consiste en realizar una crítica en contra de las injusticias sociales.
¿QUÉ SON LOS "LOVERBOYS"?
Los loverboys son chicos jóvenes, a veces menores de edad, que enamoran a una chica, normalmente menor de edad, hasta terminar obligándola a prostituirse.
En febrero de 2020 la Policía Nacional desarticuló una banda de Loverboys, que estaba tratando a 13 jóvenes a las que iban a repartir por España, Italia, Reino Unido, Austria, Suiza, Alemania, Francia, Holanda y Eslovenia. Fruto de esta explotación, los captores llegaron a obtener hasta cinco millones de euros de beneficio, así como vehículos de alta gama valorados en más de 2.500.000 euros.
¿CÓMO LO HACEN?
Se acercan a una joven que esté en situación de vulnerabilidad, quizá económica, quizá emocional. Pacientemente, entablan una relación sentimental hasta que ella, que se enamora de él, le permite entrar en su círculo más íntimo y termina siendo dependiente de su "amor".
Ellos van aislándolas poco a poco, cortando las relaciones que ellas tienen. Ese "noviazgo" puede incluso durar años, hasta que la chica cumple 18 años. A veces no esperan tanto.
Las promesas de una vida mejor y los posteriores chantajes dependerán del sitio en el que nos situemos. Los tratantes tienen sus estrategias bien estudiadas, y dependiendo del perfil de la joven, utilizarán unas u otras.
El Loverboy puede estar en Rumanía, y puede terminar engañando o chantajeando a su "novia" para que se prostituya en España, donde supuestamente tendrán, juntos, un futuro menos austero.
Ella no sabrá nunca la verdad: que quizá ha sido vendida a un tercero, que la relación con él se va a terminar... Una vez aquí, sin teléfono, sin conocer el idioma, sola, y con una deuda ficticia, se verá sometida a un nivel de esclavitud sexual que nunca habría imaginado.
Aunque consiga escapar, si no hay forma de demostrar que ha habido trata -captación mediante engaños y traslado con el fin último de la explotación de la persona-, la víctima no va a poder tener una reparación justa ni adecuada, más allá de una condena por su prostitución coactiva.
El Loverboy también puede ser un holandés, y engañar a su compañera de instituto. Convencerla para pasar drogas y, cuando ella decida que eso no le interesa más, decirle que debe prostituirse por el dinero que le va a hacer perder.
O chantajearla con subir a las redes sociales fotos de carácter sexual de ella, si no lo hace. En medio de todo eso, la viola, y la agrede sistemáticamente, pretendiendo deshumanizarla. En Holanda, donde la prostitución es legal, tienen un verdadero problema con el proxenetismo escolar. Las redes sociales no ayudan.
"Dejé de valorarme, me perdí el respeto durante esos años, no estudiaba, no sabía a quién recurrir. Cuando detuvieron a mi "loverboy", me quedé con el trauma, y la psicóloga que contrataron mis padres no logró que yo hablase porque sentía vergüenza. Me hundí mucho más y no pude hablar ni denunciar lo que pasó".
"¿Cómo demuestras que has sido violada? Las violaciones no tienen lugar en un supermercado, sino en casas, a las que las chicas acaban yendo de alguna manera voluntariamente, y ninguna tiene pruebas de nada. Las chicas se duchan después de acostarse con otros hombres y bajo las drogas puedes hacer barbaridades, entonces ¿Cómo compruebo las violaciones?".
Mi loverboy me vendió a su primo por 200 euros.
"Lo que sufrí antes era un paraíso con lo que tuve que vivir a manos de su primo. Los clientes eran gente abusiva. Uno quería que yo fuese como un perro. Me puso un collar y me ató al radiador. Me pasé toda la noche ahí. Y al día siguiente me volvió a violar".
"Otros hacían conmigo lo que querían. Uno me violó y después me puso una pistola en la cabeza para matarme. Apretó el gatillo pero no salía ninguna bala. Yo me hice pis encima del miedo que pasé. Acabé destruida".
Si hay demanda, hay oferta ¿no crees?
Hasta aquí mi rol de esta semana, espero que os haya resultado interesante.
¡Nos vemos la semana que viene!
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